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El sistema de muros de contención que ha tenido más éxito a nivel mundial en obras de infraestructura urbana y vial es el denominado muro de tierra reforzada o también conocido como muro verde. Este sistema soluciona el restablecimiento de las dimensiones de las vías falladas y reconstruye los deslizamientos de suelo en un período de tiempo muy corto. Este tipo de sistema de contención nació con la creación del sistema registrado “tierra armada” creado por el ingeniero francés Henry Vidal en el año 1960. Dicha técnica consiste en la inclusión de una serie de tiras metálicas que van amarradas a unas escamas de concreto prefabricadas que conforman la fachada del muro. Estas tiras metálicas son capaces de desarrollar una tensión que permiten la fricción entre el elemento y el suelo, logrando así cortar la superficie de falla dentro del relleno utilizado para conformar el volumen de tierra de contención. Sin embargo aun cuando esta técnica se ha utilizado con relativo éxito y ha tenido un buen desempeño en muchas aplicaciones en diversos países, presenta la limitante de la duración del refuerzo metálico dentro de la masa de suelo de contención, debido a que esta se encuentra expuesta a un proceso permanente de corrosión producto de las condiciones de humedad, acidez o alcalinidad que están presentes en el suelo compactado.

En Europa a finales de la década de los sesenta se comenzó a estudiar el uso de nuevos materiales que pudiesen soportar las condiciones de humedad, acidez o alcalinidad que se encuentran dentro del suelo. Estos materiales son conocidos en la actualidad como productos geosintéticos, las materias primas que los conforman son poliéster, polipropileno y polietileno en algunos casos.

Los muros de tierra reforzada construidos con productos geosintéticos se rigen bajo el mismo basamento teórico del sistema “tierra armada” con la diferencia que las tiras metálicas son sustituidas por geotextiles o por geomallas de diferentes tipos. Estos muros son considerados el mejor sistema de contención de la ingeniería contemporánea debido a que presentan muchas ventajas, entre las cuales se encuentran:

• Disponibilidad de los materiales geosintéticos que los conforman.
• En los casos de derrumbes o deslizamientos se puede utilizar el material fallado por lo que no se requiere de aporte de material.
• Excelente tiempo de ejecución.
• Disponibilidad de los equipos y maquinarias especializadas para su construcción.
• No requiere de mano de obra calificada.
• Son consideradas como la solución más económica.
• Es el sistema de contención que menos impacta el ambiente, ya que su fachada puede quedar completamente reforestada.

Lo que determina que material geosintético se debe incorporar al muro de tierra reforzada, es el tipo de material de relleno que se va a utilizar para ser compactado. Esto significa que si el material de relleno a utilizar es de mayor granulometría, el geosintético ideal es una geomalla, debido a que los orificios de la geomalla se traban con las partículas gruesas generando un alto módulo de fricción entre el elemento y el suelo, a diferencia si el relleno es de granulometría fina el material ideal sería un geotextil tejido, siempre tomando en cuenta la resistencia a la tracción del producto geosintético como tal.

Es muy importante resaltar la virtud que tienen los muros de tierra reforzada en cuanto al acabado de su fachada, tomando en cuenta que existe la flexibilidad de colocarles bloques, concreto proyectado, gaviones o reforestarlos con la vegetación de la zona o cualquier otra que se quiera incorporar logrando minimizar el impacto ambiental armonizando ecológicamente el sistema de muro con el ambiente.